Decíamos en nuestro artículo anterior que en otro trabajo expondríamos lo que puede hacer la nueva Federación de la Edificación, asunto al que van dedicadas estas líneas.
Exponíamos anteriormente como gracias a la unificación de las distintas sociedades los obreros del ramo de construcción de Madrid habían conseguido importantes triunfos, tanto en el orden material como en el moral, no obstante ser la clase patronal de esta industria de las mejor organizadas, en contra nuestra, entre los patronos de Madrid.
Es conveniente hacer constar que dada la estructura de la industria de la edificación en Madrid, especialmente en oficios de poco número de trabajadores, hay patronos que han salido de nuestro campo, los cuales, salvo raras excepciones, son los que más se distinguen por su conducta contra nuestros asociados, llegando en algunos trabajos a negarse a admitir obreros asociados, y distinguiéndose por su egoísmo sin freno y ambición desmedida.
Mucha labor tiene que hacer la Federación, pues solo este organismo, con su constante y enérgica actuación, ha de desterrar prejuicios arraigados de oficio, los cuales han sido un obstáculo enorme para el progreso de la organización obrera de esta industria.
Tiene que hacer también la Federación una labor perseverante para llegar a la unificación de jornales de los distintos oficios que trabajan juntos en la obra, pues esta es una de las cosas en que más decisión habrá de ponerse, debido a que por las crisis de trabajo por las cuales atraviesan los obreros de la industria que nos ocupa, los patronos hacen sus maniobras a la sombra de la diferencia de jornales existentes y al exceso de categorías intermedias que en estos oficios existe.
Otra de las cosas por las cuales ha de luchar la Federación es por cortar de raíz el trabajar horas extraordinarias y domingos, costumbre muy arraigada en algunos oficios, alguna de cuyas organizaciones tiene conquistada la jornada de ocho horas desde hace muchos años y después de no escasos sacrificios; pero cuya eficacia se ha neutralizado por los mismos asociados, a pesar de los esfuerzos realizados por los más activos militantes de esas entidades, aunque ahora, en virtud de la labor de conjunto que la Federación está realizando, comienza a corregirse ese gran defecto, esperando todos los que nos preocupamos del progreso de la organización obrera que en un breve plazo termine dicha anomalía.
También ha de ser muy eficaz la labor centralizadora que respecto a las huelgas está ya desarrollando la Federación, pues de esta forma quedará terminado para siempre el vicioso sistema de declarar huelgas los oficios de una misma industria sin contar con los demás, como ha ocurrido muchas veces al declarar un oficio huelgas que perjudicaban a otros, y que han comenzado por un oficio de la industria, y por no trabajar sus componentes se quedaban parados los de otros, y esto ocurría de una manera sorprendente, y motivado porque cada organización, aun siendo de la misma industria, obraba con arreglo a sus particulares conveniencias, cosa que ya no puede ocurrir, porque las secciones no tienen facultad para declarar movimientos, pues esa facultad solo es potestad del pleno de delegados, el cual ha de examinar, antes de plantear ningún movimiento, la situación de las secciones, teniendo en sus manos todos los resortes precisos para salir triunfantes de las luchas que se planteen.
Con esta táctica de centralización se ahorrarán muchos esfuerzos, y se tendrán más probabilidades para vencer al enemigo.
Diferentes han de ser los procedimientos que se empleen en las luchas que se plantean, siendo los que las circunstancias aconsejen; pero teniendo especial cuidado en no debilitar nuestra fuerza con movimientos prematuros y mal organizados.
Ha de atender también la Federación a los que caigan en la lucha, y uno de sus primeros acuerdos ha sido el de establecer el «sou» del soldado, en virtud del cual ha de atenderse a los compañeros de filas.
La Federación es una organización de verdadera lucha de clases, y aspira a la conquista de la producción, para lo cual tiene estatuído en su reglamento el nombramiento de consejos económico-técnicos, los cuales harán un estudio de todo lo referente a la producción, haciendo así una verdadera obra de capacitación revolucionaria.
A medida que la Federación funcione y se desarrolle, se irá realizando toda la labor que demanda el progreso social, pues siendo una organización que aspira a la emancipación de los explotados, ha de estar constantemente en lucha con el enemigo y en contacto permanente con las organizaciones hermanas de todo el mundo.
En los actuales momentos ya tiene la Federación varias luchas de importancia, pues a más de la planteada en las obras de Madurell, hay otra en las del Palacio de hielo, y por la cual tiene la Federación en huelga alrededor de cincuenta compañeros, luchando por la dignidad de la organización, atropellada por el encargado general de dichas obras, un tal Mariano Prieto Lucas, el cual ha salido de nuestras filas, y se dedica a la recluta de esquiroles traidores a nuestra causa, por cuyo motivo se retiraron del trabajo nuestros federados, así como los asociados a otros organizamos hermanos nuestros, que conviven con nosotros, y que, teniendo en su seno obreros de nuestra industria, no han ingresado todavía en la Federación, porque no han hecho todavía el desglose preciso de las secciones que no son de la industria para que las que lo sean pertenezcan a la Federación, cosa que tenemos esperanza de que en un plazo corto se haga, ya que, a más de ser conveniente para todos, hay ambiente y ganas de hacerlo.
Por todo ello sentimos un gran optimismo respecto a la obra que ha de realizar la Federación, en la cual forman hoy las secciones siguientes: albañiles, carpinteros de armar, colocadores de pavimentos en madera, embaldosadores, escultores-decoradores, estucadores a la catalana, fontaneros y vidrieros, fumistas, marmolistas, pintores-decoradores, poceros, portlandistas y tejeros, con un total aproximado de 15.000 federados.
Por la labor realizada ya y por la que se está realizando creemos que no solo los obreros de esta industria en Madrid, sino los de toda España, recogerán buenos frutos, pues además hay ya trabajos muy adelantados para constituir la Federación Nacional de Obreros de la Edificación, y esperamos que esos trabajos den el resultado que se pretende, porque los compañeros encargados de realizar esa labor están trabajando con mucho entusiasmo, lo cual hacer esperar muy buenos resultados, cuya Federación, una vez constituida, ha de ingresar en la Federación Internacional de Obreros de la Edificación, estrechando así más aún la solidaridad de los obreros del mundo entero.
Ante las realidades que nos brinda la lucha estimo yo que es un deber ineludible que todos los que sintamos las ideas del socialismo redentor y trabajemos en esta industria el cooperar a esta gran labor de organización, que ha de ser el firme baluarte defensivo de las conquistas del ideal.