Un nuevo Primero de Mayo tenemos los trabajadores. No hemos conocido un Primero de Mayo que tenga las risueñas realidades que el actual, y todo ello es posible, principalmente, al gran esfuerzo educativo y de disciplina desarrollado por la Unión General de Trabajadores y el Partido Socialista, que han sabido orientarnos de forma que al llegar momentos de prueba se ha podido salir victoriosos. Ardua es la tarea a realizar después de la implantación de la República; pero yo tengo la firme convicción de que la Sociedad de Albañiles ha de seguir la trayectoria marcada por los heroicos hombres que la dieron savia y la colocaron a la altura que hoy se encuentra, y entre los cuales destacó el que entregó por la Sociedad incluso la vida, y cuyo nombre fue Luis Fernández, a quien hemos de recordar todos con emoción, cariño y respeto.