Colección Memoria de Hierro

Lealtad a nuestros antepasados

Poco a poco, libro a libro, desde la Fundación Anastasio de Gracia-FITEL, vamos recuperando del olvido —impuesto durante 40 años de dictadura— a los hombres que construyeron con su esfuerzo y sacrificio la historia de la Unión General de Trabajadores de los sectores del metal y la construcción. Muchos de ellos lo hicieron desde la primera línea, como hemos visto hasta ahora en los tres volúmenes precedentes —dedicados a Wenceslao Carrillo, Edmundo Domínguez y Anastasio de Gracia—. Otros, como el personaje que hoy nos ocupa, Manuel Vigil Montoto, a pesar de no haber llegado a la cabeza de la dirección política y sindical, se convirtieron en un referente moral e ideológico para el resto de sus compañeros, dejándonos un importante y cuantioso legado intelectual a través de sus innumerables escritos publicados en prensa y libros.

Es muy importante, hoy más que nunca, conocer nuestro pasado, nuestros orígenes. Es fundamental que los trabajadores seamos conscientes del enorme sacrificio que ha supuesto a nuestra sociedad llegar a las cotas de bienestar que disfrutábamos hasta anteayer, para así, dotados de las convicciones éticas y armados de la lealtad a la lucha de nuestros antepasados, no ceder ni un ápice del terreno conquistado. 

Vigil Montoto nos puede enseñar mucho en este aspecto. Hombre autodidacta, se convirtió a base de estudio en uno de los mayores expertos en sistemas de previsión social de su época, impulsando políticas de carácter vanguardista en la protección de los trabajadores. Y participó en la creación de la seguridad social de nuestro país —que nace a comienzos del siglo XX, y no durante el franquismo, como algunos todavía se empeñan en hacernos creer—. De marcado carácter pacifista, combatió siempre los métodos violentos para alcanzar la igualdad de la sociedad, como queda patente en esta cita extraída de uno de sus artículos:

«¡La revolución social! Cuán difícil de hacer si la vemos irascible, segando cabezas, destruyendo y arrasándolo todo, empujada por aires de locura y  odios de venganza que conducen al caos. Qué fácil de realizar si,  preparándola con la acción ciudadana de cada día, la fiamos a la evolución natural de toda sociedad humana»
(La Aurora Social, 1 de mayo de 1929)

Como editores, tenemos que aclarar que el interés del personaje y, sobre todo, su fuerte vinculación con el origen de la Federación de Metal y la Construcción de UGT Asturias, que cumple su centenario, nos ha llevado a alterar el orden previsto de nuestra colección que anunciábamos en el primer volumen. Se adelanta así a la publicación del libro dedicado a Pascual Tomás, que verá la luz próximamente. No ha de entenderse esto como un demérito hacia la figura de éste último, nada más lejos. Se debe tan solo a un simple ajuste de calendarios a los que la agenda conmemorativa nos obliga.

Precisamente en aquel primer número de esta colección señalábamos también que en el futuro programa editorial contemplábamos abordar las figuras de los sindicalistas madrileños de la construcción, Luis Fernández y Manuel Muiño, o del metalúrgico catalán Enrique Santiago. A medida que profundizamos en nuestras investigaciones, la nómina de personajes se va ampliando, pues descubrimos nuevos nombres de sumo interés para nuestra historia y la del país, como el de Severo García, primer presidente de la Federación Nacional de Metalúrgicos.

Queremos resaltar también que, con este nuevo ejemplar, la Colección Memoria de Hierro, que nació como una iniciativa de la Fundación Anastasio de Gracia-FITEL al amparo de las subvenciones para la víctimas de la guerra civil y el franquismo —hoy recortadas—, aspira a seguir creciendo y contribuyendo a la divulgación de la historia de los trabajadores del Metal y la Construcción y de la UGT. Con apoyos como el del Ayuntamiento de Gijón, patrocinador de esta edición y a quién expresamos nuestro agradecimiento, podremos seguir haciéndolo. 

Manuel Fernández López «Lito»
Presidente
Fundación Anastasio de Gracia-FITEL

Manuel Vigil Montoto
(1870-1961)